Decidimos ir a Canoa para cortar el viaje (y sobre todo los trasbordos) a Mompiche.
De Puerto López tuvimos que ir hasta Portoviejo. Ahí, después de que nos dijeran que teníamos que viajar parados unos 20 minutos hasta el siguiente pueblo (sabemos el temita de su concepción del tiempo) y que nos hicieron esperar afuera de la terminal para subir al micro, así la policía no notaba la sobreventa (finalmente, tuvimos asientos desde el principio, no sabemos como), nos fuimos a Canoa, linda playa, a la que llegamos para ver el atardecer.
A la noche, salimos a tomar algo (probé el "Fresa colada", una aberración de la "Piña colada", que ya es bastante polémica. Es necesario el regreso del Fernet a mi vida), e intentamos ver la luna roja pero no lo logramos.
Al otro día, nos tuvimos que tomar tres micros más, el último hasta la entrada a Mompiche (dato que nadie nos había comentado), a diez kilómetros del pueblo, y de ahí un taxi. O sea que para ir de Puerto López a Mompiche de una, como era la idea original, deberíamos habernos tomado cuatro micros más un taxi. Y esto, solo por 371 kilometros. La comodidad.
En el último de estos buses (¡qué forma rara de evitar la repetición!), aunque parezca imposible, nos pasaron una película peor que "Sharknado", "Cemetery Gates", sobre un demonio de Tazmania asesino (posta); película que lo único que enseña es como meter a la fuerza un diálogo, supuestamente, importante en una escena que iba para otro lado.
Las playas de Mompiche son las que más nos gustaron de Ecuador, esto acrecentando por la tranquilidad del pueblo.
El primer día, estuvimos en la más cercana, una playa en la que estábamos solos, y que tiene un mar claro y muy manso.
Al otro día, fuimos a conocer Playa Negra que, claro, tiene arena negra y muy buenas olas, y de la que nos echó una avispa que atacó a La Patrona.
Luego de que La Patrona superara el temor de haber sido envenenada en dicho ataque artero, nos fuimos para Portete, más conocida como la playa copada por el Decameron, a la que te cruzan en lancha. Gran playa, de las más amplias y lindas de Ecuador.
Esa noche, como despedida, fuimos a comer un ceviche mixto (incluía pulpo, langostinos, camarones, entre otros) muy bueno aunque escaso.
A la mañana siguiente, salimos a Atacames, último destino de playa.
"De ahora en más viviré viajando, lejos de todo lo que me hace mal. Lejos está lo que estoy buscando"
("El Chino", de Mancha De Rolando)
¿¿Se vienen para Capilla??
ResponderEliminarNo, nos tomamos un micro directo de Lima a Buenos Aires... 3 días.. suena peor de lo que fue. Ya estamos en Bs As. Quedará para otro momento. Saludos.
Eliminar