sábado, 1 de marzo de 2014

Tarabuco

A pesar de que la feria es los domingos, el sábado decidimos salir para Tarabuco. En parte porque nos dijeron que el mismo día de la feria viajaba mucha gente, y en otra porque para salir ese día teníamos que madrugar.
Nos fuimos hasta la parada de los micros soñando con un semi-cama pero nos encontramos con unos minibuses que salen a medida que se llenan (pueden pasar horas hasta cumplir el cometido). Y acá, el termino llenar es literal. No solo no queda un asiento vacío sino que casi no queda espacio.
Sin embargo, y a pesar de que La Patrona declaró minutos antes de arrancar "me agarra la claustro", el viaje fue bueno sobre todo por, insisto, los paisajes de las rutas de Bolivia que son increíbles.
Antes de salir habíamos reservado en un hostel ya que, a causa de la famosa feria, veíamos que quedaba poco lugar para alojarse. Mientras viajabamos, yo tenía la ilusión de llegar y que hubiera una buena conexión de internet (era un hostel de hostelling), y poder ver el partido de Atlanta vs Almagro (a través de internet, claro) mientras me tomaba una cerveza fría (acá casi que es más difícil conseguir algo frío que internet en un pueblo).
Pero nuevamente la realidad (bah el sistema) me dio un mazazo en la cara. Al llegar, el hostel estaba cerrado. Con doble candado. Le pregunté a una vecina que pasaba por ahí y me contestó: "Quizás viene más tarde de Sucre". Nótese el "quizás".
Cuando estábamos organizando este viaje con La Patrona, en varios lados leímos y nos dijeron que para viajar por Bolivia había que tener mucha (pero mucha) paciencia. A esto nosotros lo bautizamos como "paciencia boliviana". Esta fue la primera vez que la tuve que poner en práctica.
Nos fuimos a hacer tiempo, con la esperanza de que el hostel en algún momento abriera, a la Plaza Principal, que en el caso de Tarabuco es lo mismo decir nos fuimos a La Plaza, y al menos pude cumplir la segunda parte de lo que venía imaginando de camino. Conseguimos una cerveza ("Paceña", muy rica. Por ahora la mejor que probamos acá) y, contra todo pronóstico, fría.
Mientras estábamos en La Plaza se nos acercó una nena del lugar (¿Tarabuquense? ¿Tarabuqueña?), María del Carmen, con un estilo al niño de "Up" (¡que peliculón!), sobre todo en su energía constante, que se convirtió en nuestra guía.
Luego de invitarnos varias veces y de que fueramos otras tantas al hostel para cerciorarnos de que seguía cerrado, nos convenció y nos llevó a conocer el río. Un lindo lugar donde en su visión"upistica" había "harta agua" pero para mi hay más en Juan B. Justo un día de lluvia (incluso diría en Saráchaga).
Después volvimos a La Plaza, previo paso por el cerrado hostel, donde La Patrona hizo las delicias de los niños con una versión libre (tanto en música como en letra) de "Mi voiture", de Pappo.
Una nueva visita el hostel, obviamente cerrado, nos decidió buscar otro lugar.
Por suerte conseguimos rápido (tampoco hay tantos lugares para preguntar en Tarabuco), y más barato.
Cuando llegamos a la habitación, vi que tenía internet. Como no nos habían dado la clave, me puse a probar y en una maniobra digna de Julian Assange la descubrí (era "tarabuco"). Me conecté rápidamente a Sentimiento Bohemio y pude ver los últimos minutos (esos en que se guarda la pelota en el corner) de la victoria bohemia (1-0).
A la noche, nos arriesgamos a un pollo frito (bastante noble), y a dormir.
Como se dice de la vida de pueblo, o como nos enseñó García Márquez en tantos cuentos e historias, nos despertó el canto de un gallo. 7:30 A.M.
Cuando me asomé a la ventana, toda la gente iba para el lado de La Plaza.
Nos fuimos para allá y pudimos ver como todo el pueblo se vestía de feria. Las cuadras estaban llenas de puestos donde se vende de todo (una cuadra es de calzado, otra de comida, otra de tecnología, etc), y además hay dos grandes mercados donde se puede comprar fruta, verdura, carne (la cadena de frío en Bolivia es un misterio), y comidas hechas (todo bastante barato y regateable).
Compramos algo para desayunar y fuimos a La Plaza.
Mientras estabamos ahí, cayó nuestra pequeña guía y nos acompañó a subir al mirador (esa obsesión del humano de vacaciones) desde donde pudimos ver Tarabuco y sus alrededores.
Después volvimos a la feria, y comimos en el puesto de la madre de María del Carmen. Si bien no queríamos comer nada que nos pudiera caer como una bomba (pensando en el viaje de vuelta), terminamos probando un nuevo plato boliviano que aún hoy no sabemos bien que era, aunque La Patrona insiste en que se llama "Ají de fideos", y que nos gustó también. Nos viene sorprendiendo gratamente la comida de acá.
Viajando de vuelta para Sucre, en los pocos momentos que me mantuve despierto (el combo: almuerzo + dramamine + hora de la siesta fue letal) sentí que me faltaba algo, pero no me daba cuenta bien que. Hasta que caí en que era domingo a la tarde y yo no estaba deprimido. Así fue que descubrí que para no deprimirme los domingos, la solución es no trabajar los lunes (y si estoy viajando las chances disminuyen más aún).

"Las almas repudian todo encierro"
("Cantata de puentes amarillos", de Pescado Rabioso)

7 comentarios:

  1. Espectacular, Fede, me encantó. Y la última oración es para enarbolar. ¡Un saludo a La Patrona!

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    1. Gracias Lulú, vos de esto de odiar trabajar sabés. Besos.

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    2. Escuchá este audio: https://www.youtube.com/watch?v=gj2HeyV-CVo

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  2. No podía faltar el glorioso Atlanta...como se nota que ganaron eh!!
    Grandes relatos de un viaje increible chicos!!
    Abrazo grande, mio y de Lau, desde Agra, India!!

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    1. Y en breve se viene cuando ganamos el clásico, e incluso va a aparecer tu club. Sigan disfrutando su gran viaje. Saludos para ambos.

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  3. Maravilloso texto, Fede. En cada palabra estás vos; y en cada imagen, Ayi. La imagino con su infaltable "Hmmmmm" de placer frente a un plato sabroso (O no tanto: con el tiempo descubrí que a veces ese "Hmmmmm" de Ayi es una cortesía amigable). ¡Tan linda persona, Ayi! ¡Que sigan las crónicas! Acá seguimos viajando de la mano de tus palabras.

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    1. Gracias, ma. La verdad comimos muy bien por acá. Las crónicas siguen, estoy al día en el papel, pero pasarlas en la tablet se me complica. Besos.

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